Carmen Ortíz Blanco
Artista valenciana, profundiza en la relación entre filosofía y arte. Una obra, intimista, reflexiva, sensible y reductiva..
Carmen Ortiz Blanco, 1966, València
Una obra, intimista, reflexiva, sensible y reductiva. Tratando de profundizar en la relación entre filosofía y arte. En las series en que he ido trabajando he buscado darme respuesta y abrir preguntas. “Devenir” “Almas de Mariposa” “Gnomon” ”Hondas” reflexión en torno a lo que hay más allá el destino, la transcendencia del ser humano , el tiempo, los actos y las consecuencias…
El concepto devenir, habla sobre lo enigmático y el descubrir. Mis esculturas que se basan en lo intelectual, sensible y lo formal, son obras metafóricas puertas, construcciones, que se entreabren dejándonos intuir el devenir. Las obras de algunas series trabajadas en plancha de acero lacada una especie de papiroflexia, en la que, como en proyectos anteriores, cortes limpios, precisos y sutiles, dobleces, aberturas dialogan. Buscando una sensibilidad distinta a la frialdad y geometría rígida. descubrimos que las esculturas arquitecturas, puertas metafísicas, realizadas en hierro un material extremadamente sólido , indagan en lo incierto, el umbral, lo transcendente. En la serie Gnomon (aguja del reloj de sol) dialogo sobre la luz, el tiempo, la realidad de este, el engaño de ambos, o la certeza…
En otras obras sobre tela con estructuras de madera “Hondas”, hacen que el lienzo se comporte con sutiles movimientos , unos actos omitidos, palpitaciones invisibles, agitan el lienzo con un palpito de vida. De la rigidez de lo mínimal a la búsqueda de lo esencial de la vida. Pretendiendo unir en las obras como si de un ser humano se tratase materia y alma. El carácter intimista, sencillo, geométrico, prescindiendo del espectáculo, del exceso. Usando herramientas como: el vacío, la elipsis, el blanco, la geometría, la línea, la luz y las sombras. Técnicas consecuentes con los temas. Busco la relación del espectador con elementos que transcienden a la obra y a su visión. Necesitándose de un dialogo prolongado para ser experimentada como una vivencia casi virtual en el espacio y en el tiempo. Creando con luces, sombras, curvas, matices.. un espacio universo, personal en que tanto a la hora de la creación como de la observación se recorre en absoluta soledad y silencio, sin interferencias, con la intención de alcanzar lo transcendente.