El día después de mañana En una de las escenas icónicas de la película "eXistenZ" el personaje principal, Allegra Geller (interpretada por Jennifer Jason Leigh), introduce un dispositivo de realidad virtual en su propio cuerpo. El dispositivo se conecta a su sistema nervioso y la transporta a una realidad alternativa en la que todo parece ser real, pero en la que nada es lo que parece. En esta escena, David Cronenberg explora cómo la tecnología puede alterar la percepción humana y crear una realidad completamente nueva y diferente. También sugiere que la tecnología puede ser utilizada para escapar de la realidad y sumergirse en un mundo alternativo que puede tener consecuencias peligrosas. Además, "eXistenZ" también presenta una serie de imágenes perturbadoras y grotescas que sugieren la fusión entre la tecnología y el cuerpo humano. Cronenberg utiliza estas imágenes para explorar temas como la identidad y la naturaleza de la realidad, así como para examinar cómo la tecnología puede ser utilizada para alterar y transformar el cuerpo humano. "El día después de mañana" es una exposición que reúne a cuatro artistas contemporáneos cuyas obras especulan sobre el futuro y sus posibles consecuencias. A través de instalaciones, esculturas y videoarte, se exploran temas como la naturaleza, la tecnología, la identidad y la ética en un mundo cambiante y cada vez más incierto. Esta muestra que transporta al visitante a un futuro distópico, toma forma de un atrezzo de artefactos que remite, como su nombre, a una película de ciencia ficción. Los artistas, todos de una misma generación, tienen en común esta visión acerca del futuro y hacia dónde podemos llegar como sociedad. El espacio de la galería como un museo de la evolución de las especies, un museo de zoología y a la vez un laboratorio de ciencia experimental en el que se cuestiona la ética y la tecnología al mismo tiempo. La pieza de Ovidi Benet, "Bestioletes”, nos invita a mirar el mundo a través de los ojos de los insectos, criaturas pequeñas y aparentemente insignificantes que cobran una nueva dimensión en su obra. Con una técnica meticulosa, el artista crea una serie de criaturas que nos transportan a un universo microscópico lleno de color y textura. A través de esta obra, el artista nos invita a contemplar la belleza y complejidad de la naturaleza, y a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo natural. La instalación audiovisual de Mit Borrás, "Shaman", es una obra enigmática que nos lleva a un futuro distópico en el que la tecnología y la naturaleza se fusionan en un altar minimalista. Con referencias a la antropología y la ingeniería, Borrás crea un objeto místico que nos hace cuestionar nuestra dependencia de la tecnología y el impacto que esta tiene en el medio ambiente. Al mismo tiempo, "Shaman" es un homenaje a la creatividad humana y al potencial transformador de la tecnología que invita al espectador a reflexionar sobre la relación del ser humano con la tecnología y el progreso, así como sobre las implicaciones éticas y sociales de estos avances. La obra de Pablo Durango, "Cyberia", es una instalación que nos sumerge en un mundo post-apocalíptico en el que la historia oficial ha sido reescrita. A través de una serie de objetos y piezas escultóricas, Durango nos habla del fracaso de la narrativa histórica dominante y nos propone una nueva forma de entender la identidad y el género en un mundo que se reinventa constantemente. Con referencias a la ciencia ficción y la arqueología, "Cyberia" es una obra compleja y provocadora que desafía nuestras ideas preconcebidas. Por último, Joel Blanco presenta "Sweet Harmony", una obra que explora los límites de la creación y la evolución humana. La instalación se compone de tres piezas escultóricas que representan las creaciones de un ingeniero genético que lleva al límite el desarrollo de la mutación de su propio ADN para crear nuevas criaturas. Descendientes de su propio creador, estos seres que no sienten, toman formas imposibles. "Sweet Harmony" es una crítica a los riesgos de la investigación genética y plantea un futuro en donde se puede convivir con seres sin conciencia que conforman nuestro más cercano compañero de vida. La obra es una reflexión sobre la relación entre el ser humano y la evolución, así como sobre los límites éticos y morales de la ingeniería genética y su impacto en la sociedad. "El día después de mañana" es una exposición que evoca la visión crítica y visionaria que nos remite también a los filmes de John Frankenheimer (La isla del doctor Moreau) pero también a la visión distópica del cine más comercial. A través de las obras de los artistas, se aborda la relación entre ciencia y evolución humana, presentando nuevas formas de vida que cuestionan los límites éticos y morales de la ciencia. Esta experiencia visual invita a reflexionar sobre nuestro futuro como especie y la necesidad de tomar medidas responsables para asegurar un futuro sostenible y equitativo para todas las formas de vida. En este sentido, "El día después de mañana" se convierte en una reflexión sobre los desafíos y dilemas que enfrenta la humanidad en su relación con la tecnología y la naturaleza. Texto generado con inteligencia artificial guiado por un humano.
Obras disponibles
Bestioletes Ovidi Benet
Acero con esmalte 25 x 25 x 50cm 1/5 + 2PA
Esta obra ha sido expuesta en las siguientes exposiciones: El día después de mañana
Shaman Mit Borrás
AV, Digital. Video 4k + Instalación con objetos Medidas variables 1/3 + 2PA
Esta obra ha sido expuesta en las siguientes exposiciones: El día después de mañana
Harmony (Sweet Harmony series) Joel Blanco
Resina acrílica, fibra de vidrio, pintura acrílica y óleo + Traje anime de polipiel Medidas variables Pieza única
Esta obra ha sido expuesta en las siguientes exposiciones: El día después de mañana
Tetubin Joel Blanco
Resina acrílica, fibra de vidrio, pintura acrílica y óleo Medidas variables 1/5 + 2PA
Esta obra ha sido expuesta en las siguientes exposiciones: El día después de mañana